Charli protegía la retirada de las tropas republicanas tras la derrota en la Batalla del Ebro en 1938. Estaba en una trinchera (en zig-zag y casamata) situada en la Fatarella (Tarragona) cuando una granada acabó con su vida. Setenta y cuatro años después encontraron sus restos. Llevaba un cepillo de dientes y un tubo de brillantina Myrurgia. Uno se pregunta de qué sirve morir joven aunque sea un bonito cadáver.
Jim Lardner fue el último brigadista caído en la Guerra Civil en la Batalla del Ebro. Su comandante le puso en primera fila para que fuese mejor literato, nos contaba Jorge Martínez Reverte.
George Orwell, nos contaba Jordi Soler, antes de llegar a España a luchar con las Brigadas Internacionales fue a visitar a Henry Miller a París. Le regaló un abrigo de pana con el que llegó a Barcelona y le dijo que era el acto de un idiota jugarse la vida en España. Fue herido en la garganta. Esa confianza en la revolución y en un futuro por construir en libertad e igualdad eran ideas de boy scout según Miller. Una tesitura muchas veces resuelta de forma desafortunada.
La República pagó el coste de la G.C con cargo al ahorro del pasado (reservas de oro del banco de España). Además con aportaciones voluntarias y confiscaciones. En el castillo de Figueres había bienes incautados por valor de 4.000 millones de pesetas, parte se embarcaron en el barco Vita hacia México. El gobierno de Burgos lo financió con el ahorro futuro (endeudamiento exterior). Por medio de la ley de responsabilidades políticas se amparan las confiscaciones. Contaron además con financiación de Mussolini y Salazar, March y la Diputación Foral de Navarra. La legión Cóndor costó 99 millones de marcos, en total 372 millones de deuda.(La financiación de la Guerra Civil española por José Ángel Sánchez Asiaín). La ayuda de Mussolini, según investigación de Ángel Viñas, se firmó el uno de julio de 1936 y consistía en aviones y explosivos. Lo gestionaron gente de Renovación Española y del Bloque Nacional (Joaquín Calvo-Sotelo, Antonio Goicoechea, Pedro Sainz Rodríguez, monárquicos que gravitaban en torno a la revista Acción Española).
Tema siempre muy debatido ha sido la implicación de Santiago Carrillo en las sacas de Paracuellos. Como ya señalaba Ian Gibson en Paracuellos cómo fue no tuvo responsabilidad en los hechos pero debía conocer la operación. En el libro El combate por la historia de Paul Preston, Ángel Viñas, Fernando Hernández Sánchez y J.L. Ledesma se relata cómo Alexander Orlov, agente ruso de la NKVD, que había llegado un mes y medio antes sugirió la eliminación masiva de enemigos. Lo ejecutaron Pedro Fernández Checa, secretario de Organización del PCE, militantes comunistas a través de la Dirección General de Seguridad DGS y los anarcosindicalistas que controlaban la periferia no asediada. La Junta de Defensa de Madrid, presidida por el general Miaja, examinó las primeras sacas. Un miembro de esa Junta era el consejero de Orden Público, un veinteañero Santiago Carrillo. El anarquista Melchor Rodríguez las paralizó y tras ser desautorizado por el ministro de Justicia García Oliver, de la CNT, se reanudaron de nuevo. Fernández Checa dirigía un aparato secreto incrustado en la DGS compuesto por cuadros especiales formados en la sección especial político militar de la escuela leninista de Moscú que fue el encargado de organizar la selección y ejecución de las sacas. El operativo fue comunista. Fernández Checa murió en México en 1940. La mayoría de los cuadros especiales fueron ejecutados en 1941-42.
El juez Baltasar Garzón parecía que había abierto una ventana para la reparación a las víctimas del franquismo al haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo . El juzgado Penal nº5 de la Audiencia Nacional del que era titular realizó en 2006 investigaciones a partir de las denuncias de familiares de fusilados durante la guerra civil y la posguerra y recogió denuncias con el apoyo de la fiscalía. El Tribunal Supremo lo echaría todo por tierra amparándose en la Ley de Amnistía de 1978 en contra del pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU. Además 7 jueces de Tribunal Supremo firmaron la expulsión del juez de la carrera judicial por 11 años por las escuchas a los abogados de la trama Gurtel en un caso de mala fe procesal por decirlo en términos suaves. El juez se despide de magistrado con una cita de Kant: "El tribunal del hombre es su conciencia". Sin duda el régimen actual (monarquía) sigue teniendo problemas de legitimación por la sencilla razón de que no ha sabido, querido o podido desvincularse de su origen franquista.
Borja de Riquer señalaba muy acertadamente que la frase neo revisionista de que "todos fueron culpables" de la Guerra Civil Española es consecuencia de que la derecha no quiere reconocer que la República fue una etapa democrática e imponer que empezó tras la muerte de Franco por lo que no hay una memoria compartida.
*RV2012 es un ejercicio de relectura y filtrado principalmente de textos de prensa, aunque no solo, del año 2012.
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